Según el diseño original, serán los familiares y los amigos del difunto quienes cuidarán de la planta, que se alimentará de los cuerpos en descomposición. Además, habrá un mapa del bosque para poder encontrar el árbol-familiar después de que haya crecido.
Después de morir puedes convertirte en una haya o un roble. La idea no es nueva, pero ahora unos italianos la han actualizado. Los diseñadores Anna Citelli y Raoul Bretzel, desde Capsula Mundi, han desarrollado este proyecto que pretende ofrecer una alternativa ecológica y poética a los cementerios tradicionales.
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