Hay una paciente consistencia en el corazón del trabajo de Alexander Berg como Dorisburg. El catálogo del productor sueco abarca tanto melodías ensoñadoras y melancólicas como hipnóticas pistas de batería, y mantiene una calidad y singularidad de personalidad tanto en el disco como en el directo, siendo la interpretación un foco profundo para Berg con su proyecto en solitario. Su álbum de debut, Irrbloss, y sus EP para Aniara Recordings, Bossmusik o Northern Electronics, muestran una vertiginosa gama sónica. Aunque cambia de estilo con facilidad, todos sus temas están anclados en una atmósfera exuberante que añade una magia de otro mundo incluso a sus ritmos más contundentes.
Berg crea esta misma sensación envolvente en sus magistrales directos. Aquí es donde las incontables horas en el estudio, el tesoro de temas que aún no han salido o que simplemente no saldrán a la luz, cumplen una función transportadora. Junto con un tesoro de material inédito, Berg ofrece versiones fieles de clásicos del catálogo, pero deja espacio para la improvisación, a menudo creando versiones remezcladas y sampleándose a sí mismo sobre la marcha. Al igual que Irrbloss resumía los intereses de Berg hasta la fecha, cada noche, con su espectáculo en directo, muestra lo que ha aprendido en su viaje, con un hábil dominio de su equipo de hardware.