Universidad de Osaka en Japón y la Universidad Diponegoro en Indonesia, estos pequeños seres han sido transformados en cyborgs diseñados para salvar vidas en situaciones de desastre natural.
Lejos de los robots convencionales, estas cucarachas aprovechan su propia biología para acceder a zonas donde ningún otro dispositivo podría llegar. Su tamaño compacto, resistencia extrema y capacidad de moverse por espacios reducidos las convierten en la opción ideal para localizar sobrevivientes atrapados bajo los escombros.
El secreto de este avance radica en una diminuta mochila electrónica adherida a su cuerpo. Este dispositivo, equipado con sensores de movimiento, temperatura y humedad, permite que los científicos controlen la dirección en la que se mueven a través de impulsos eléctricos en sus antenas. De este modo, pueden guiar a las cucarachas cyborg hacia zonas críticas en busca de signos de vida.
Pero el verdadero avance es su sistema de navegación, basado en el comportamiento biológico de estos insectos. Conocido como BIOBBN (Biohybrid Behavior-Based Navigation System), este método permite que las cucarachas no solo sigan un camino programado, sino que también reaccionen de manera autónoma a los obstáculos que encuentran en su camino. En un entorno lleno de escombros, esta capacidad de adaptación es clave para garantizar el éxito de una misión de rescate.
Las pruebas realizadas en entornos simulados han demostrado la efectividad de estos insectos modificados. En un circuito lleno de rocas, madera y arena, las cucarachas fueron capaces de moverse con facilidad, encontrar rutas seguras y transmitir información en tiempo real. Equipadas con microcámaras, pueden enviar imágenes de lugares inaccesibles para los rescatistas, ofreciendo datos cruciales sobre la ubicación de posibles sobrevivientes o zonas de peligro.
En un mundo donde los desastres naturales son cada vez más frecuentes, el desarrollo de estas cucarachas cyborg representa una esperanza tangible para el rescate de víctimas en escenarios de emergencia. Aunque su imagen no sea la más agradable, su utilidad es innegable: lo que antes nos causaba miedo, ahora podría salvarnos la vida.
