
Brasil autoriza perforaciones petroleras cerca del Amazonas justo antes de la COP30. A pocos días de ser anfitrión de la cumbre climática mundial, el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva dio luz verde a Petrobras para buscar petróleo a 500 kilómetros de la desembocadura del río Amazonas. La decisión encendió las alarmas entre ambientalistas, que la califican como una contradicción frente al compromiso de Lula con la protección de la selva y la transición hacia energías limpias.

Petrobras asegura que el proyecto cumple con todos los requisitos ambientales y que la perforación, que iniciará de inmediato, será segura. Sin embargo, organizaciones ecologistas advierten sobre el riesgo de contaminación en una de las zonas más biodiversas del planeta. El área se encuentra dentro de la llamada Margen Ecuatorial, una región marítima donde países vecinos como Guyana y Surinam ya han descubierto enormes reservas de crudo.

La autorización llega en un momento incómodo para Brasil, que busca mostrarse como líder climático global. Dentro del propio gobierno hay tensiones: mientras el Ministerio de Minas y Energía respalda el proyecto, la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, expresó su preocupación. ¿Cómo puede Brasil liderar la lucha contra el cambio climático mientras sigue apostando por el petróleo?




