
Tres nuevas especies de sapos africanos acaban de salir a la luz… después de pasar más de un siglo ocultas en colecciones de museos. Investigadores confirmaron en Tanzania la existencia de tres sapos arborícolas del género Nectophrynoides que rompen por completo el modelo clásico de los anfibios: no ponen huevos, no tienen fase de renacuajo y nacen como diminutos adultos totalmente formados. Un caso rarísimo entre ranas y sapos, presente en menos del 1 % de las especies conocidas.

El descubrimiento fue posible gracias a ejemplares recolectados hace más de un siglo y a nuevas técnicas que permitieron confirmar que pertenecían a especies nunca descritas. Durante años, estos animales únicos estuvieron archivados en colecciones científicas sin que nadie sospechara su rareza evolutiva.

Pero su futuro es incierto. Estas especies viven en los bosques montañosos del este de Tanzania, un ecosistema que desaparece rápido por la deforestación, la minería y el cambio climático. El hallazgo no solo revela una joya evolutiva escondida durante décadas, sino también un llamado urgente a proteger los últimos fragmentos de bosque que aún los mantienen con vida.



