
Un tiroteo ocurrido en Bondi Beach, una de las playas más concurridas de Sídney, Australia, dejó al menos 16 personas muertas y más de 40 heridas durante una celebración judía por el inicio de la Janucá. El ataque, calificado por la Policía australiana como un acto terrorista, se produjo contra un grupo de más de mil asistentes reunidos en el lugar. Dos atacantes abrieron fuego desde un puente cercano: uno murió abatido por las autoridades y el otro permanece en estado crítico.
El hecho generó pánico entre residentes, turistas y bañistas que se encontraban en la zona. Entre las víctimas hay líderes religiosos y civiles, incluido un menor de edad. El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, expresó sus condolencias y condenó el ataque, mientras que las autoridades reforzaron la seguridad y abrieron una investigación por terrorismo y antisemitismo. El suceso ocurre en un contexto de creciente preocupación por los delitos de odio en el país y ha provocado reacciones internacionales de rechazo y llamados a una respuesta firme.





