
En un contexto de creciente incertidumbre, la Comisión Europea ha emitido una advertencia clara: la población europea debe prepararse para posibles crisis. Un informe, redactado por el expresidente finlandés Sauli Niinisto y al que ha tenido acceso El País, destaca la urgencia de reforzar la resiliencia ante eventuales crisis intersectoriales, incluyendo la posibilidad de agresión armada que podría afectar a uno o varios Estados miembros.

La recomendación principal de Bruselas es sencilla pero crucial: cada hogar debería contar con un kit de abastecimiento suficiente para 72 horas. Este paquete de supervivencia incluiría provisiones básicas como alimentos, agua embotellada, medicamentos esenciales y baterías para dispositivos electrónicos. En un vídeo informativo titulado “¿Qué hay en mi bolso? Edición supervivencia”, la Comisión Europea explica detalladamente la importancia de contar con estos suministros y cómo prepararlos de manera efectiva.
La publicación de este informe, prevista para el miércoles 26 de marzo, llega en un momento en el que la seguridad y la defensa han escalado en la agenda política europea. La combinación de riesgos naturales y amenazas antropogénicas, sumada a un deterioro generalizado de la estabilidad en la región, ha llevado a Bruselas a reforzar su mensaje de preparación.
A pesar de la advertencia, las preocupaciones de los ciudadanos europeos siguen divididas. Según los datos del último Eurobarómetro, mientras que en países como Alemania o Francia la defensa ha cobrado mayor relevancia, en España la educación sigue siendo la principal inquietud, superando incluso temas como el cambio climático o la seguridad. Esta disparidad en las prioridades refleja las distintas percepciones del riesgo entre los Estados miembros y el reto que supone alinear estrategias en un contexto de creciente tensión.



El documento de la Comisión también anticipa que en los próximos días podrían anunciarse medidas adicionales para mejorar la preparación ante crisis de diversa índole. Con el debate sobre el aumento del gasto en defensa en plena ebullición, la advertencia de Bruselas resuena como un llamado a la acción, instando a los ciudadanos europeos a no subestimar la necesidad de estar preparados ante un futuro incierto.