
Francia reconoció oficialmente la música electrónica como Patrimonio Cultural Inmaterial, el Estado identifica su impacto real en la historia cultural del país y su peso económico, social y creativo. un respaldo institucional que deja claro que la música electrónica ya no es vista como una tendencia pasajera, sino como cultura establecida. El Estado la asume como una práctica cultural con peso histórico, impacto social y valor artístico real, al nivel de otras expresiones protegidas.
Es así como Francia considera formalmente que la cultura electrónica es parte de su identidad cultural contemporánea. El gesto apunta a blindar una escena que durante años ha operado sin respaldo institucional y bajo constante presión legal y urbana.
