
Un estudio publicado en Nature revela que el aumento de la esperanza de vida se está desacelerando en países con algunos de los mayores niveles de longevidad, como Japón, Corea del Sur, Hong Kong, Australia, Francia, Italia, Suiza, Suecia, Estados Unidos y España. El análisis, que abarcó de 1990 a 2019, mostró que entre 2010 y 2019 la mejora fue mucho menor que en décadas anteriores: salvo en Hong Kong y Corea del Sur, el incremento fue de menos de dos años por década. Para el epidemiólogo S. Jay Olshansky, estos resultados reflejan que, pese a los avances médicos, el envejecimiento marca límites inevitables en la supervivencia humana.

El estudio también calculó las probabilidades de que las nuevas generaciones lleguen a los 100 años. En general, los niños nacidos a partir de 2010 tienen pocas posibilidades: 5,1% en mujeres y 1,8% en hombres, con la excepción de las mujeres de Hong Kong, quienes alcanzan un 12,8%. Aun así, expertos como Dmitri Jdanov, del Instituto Max Planck, se muestran optimistas al considerar que avances tecnológicos y médicos podrían provocar una revolución sanitaria capaz de revertir esta tendencia, como ocurrió con la reducción de la mortalidad infantil en el siglo pasado.
El panorama estadounidense resulta especialmente preocupante: desde 2010 la expectativa de vida ha disminuido de manera significativa debido al aumento de muertes por diabetes y enfermedades cardíacas en adultos jóvenes. Según Olshansky, este retroceso no se distribuye de forma homogénea, ya que mientras los sectores más ricos y con mayor nivel educativo muestran mejoras, otros subgrupos vulnerables arrastran la media hacia abajo, dejando en evidencia profundas desigualdades en el acceso y la calidad de la salud.