
En china, una startup llamada Kaiwa Technology sorprendió al anunciar que está desarrollando el primer robot humanoide capaz de quedar “embarazado” y dar a luz a un bebé vivo. El proyecto, liderado por el doctor Zhang Qifeng de la Universidad Tecnológica de Nanyang, consiste en un prototipo con un módulo abdominal que integra un útero artificial. Según sus creadores, este sistema podría llevar un embarazo completo de 10 meses y culminar con un parto similar al natural.
El corazón de la tecnología es una cápsula de incubación donde el embrión se desarrolla en líquido amniótico, conectado a un cordón umbilical artificial que suministra nutrientes. Qifeng aseguró que el sistema ya fue probado en animales y que esperan tener listo el robot en un año, con un costo aproximado de 14.000 dólares. La idea es que este humanoide interactúe con personas reales para iniciar y mantener el embarazo.
El anuncio encendió el debate en redes sociales chinas. Algunos usuarios celebraron el avance como una oportunidad para quienes no pueden concebir de manera natural, e incluso como una forma de liberar a las mujeres de las cargas físicas del embarazo. Otros lo rechazaron, calificándolo como antinatural y poco ético, ya que el feto crecería sin la conexión biológica y emocional con su madre.
En la comunidad científica, la propuesta fue recibida con cautela. Especialistas señalan que, aunque la tecnología de úteros artificiales ha progresado, aún no logra replicar procesos clave de la gestación humana, como la interacción hormonal, inmunológica y neurológica que ocurre en el cuerpo de la madre. Por eso, persisten dudas sobre si este humanoide realmente podrá reproducir la complejidad de un embarazo humano.