Brad Smith, un paciente con ELA (esclerosis lateral amiotrófica), se ha convertido en una de las primeras personas del mundo en recibir un implante cerebral de Neuralink, la empresa de Elon Musk. Este implante, que se coloca en la parte del cerebro que controla el movimiento, tiene el tamaño de cinco monedas apiladas y contiene más de 1.000 electrodos que captan las señales del cerebro.
Debido al avance de su enfermedad, Smith ya no podía hablar ni moverse por sí mismo. Antes del implante, solo podía comunicarse con un sistema que seguía el movimiento de sus ojos, pero este no funcionaba bien en ciertos ambientes, como al aire libre o con poca luz. Con el nuevo dispositivo de Neuralink, Smith puede mover el cursor de su computador con la mente, lo que le ha permitido editar y narrar un video. Para hacerlo, no pensaba en frases completas, sino que imaginaba movimientos (como mover la lengua o apretar la mandíbula), lo que le ayudó a controlar el sistema de manera más precisa.
Además, con ayuda de inteligencia artificial, se recreó su voz a partir de grabaciones que tenía antes de perderla, y ahora puede usarla para comunicarse. También ha vuelto a hacer actividades con sus hijos, como jugar videojuegos, lo cual ha mejorado su calidad de vida e independencia.
Este avance es muy importante porque muestra cómo la tecnología puede ayudar a las personas con enfermedades neurodegenerativas a recuperar habilidades que creían perdidas. Elon Musk participó de forma virtual en la visita al hogar de Smith, destacando el potencial de esta tecnología para mejorar la vida de muchos pacientes.
