Cuando menos piensas , la vida se da cuenta que todo lo crea la mente, lo hace el cuerpo y lo procesa el espíritu.
No hay nada mas que las causalidades de lo que decidimos y las casualidades mágicas que nos convierten en lo que hacemos, en cada paso que dimos y en lo próximo que queremos dar.
Estas causas, pasiones, ganas, enamoramientos, encuentros, soluciones y trasbocadas son las que nos forman como mentes individuales y experimentadas que somos día a día.
No hay nada místico en ello, no hay nada que se guarda o se esconde ante tus ojos. Tu mismo eres el que decides cuando ver , cuando dejar de sentir, cuando volver a mirar, cuando continuar hacia.
Habrán tiempos dificiles, y otros no. Habran a veces alegrías y a veces tristezas.
Todo esto para nada. Nada de esto para todo.
Como animales dominantes hemos podido aprender a compararnos con otras especies y a tomar ejemplo de ellas. También a razonar, basados en el respeto propio, solo a nosotros mismos. Nuestra misma familia, nuestra misma gente, nuestra misma tribu, nuestros mismos ideales, de manera egoísta, premeditada y cavernicola. Si somos animales pensantes tenemos que ser capaces de sentirnos como el todo. Hacemos parte de un ecosistema desbalanceado por nuestro consumismo, nuestras industrias y nuestra tecnología. Somos una civilizacion fugaz de este planeta comparada con la vida inteligente del pasado. Quien sabe cuando tiempo nos queda como raza, además porque en promedio de vida nos queda muy poco.
Sobrevivir entonces se vuelve el arte de la evolución, esa evolución que solo asimilamos para nosotros mismos y lo que nos rodea, según nuestro concepto de lo que amemos. Concepto que debe y tiene que expandirse hasta limites inimaginables por parte de cada persona que crea que tiene su cerebro bien puesto. Esos limites, valores y obstáculos te los pones tu, cuando dejes de pensar en tu bienestar propio y veas la oportunidad de ayudar a el mundo y a el planeta donde habitamos todos.
Cuando detienes la virtud propia y la compartes.
Cuando eres capaz de pensar por todos.
Cuando intentas analizar la verdad del bien común.
Cuando imaginas la retroalimentacion colectiva, se abren las puertas, las formas y las maneras de un mundo mejor al alcance de todos 🙂
Espera desde mañana el inicio a nuestra aventura amazónica que queremos compartir contigo. Una jornada a travez de los chamanes del Yage en Leticia, Colombia. Delfines rosados por el Rio Amazonas y de todo lo que el destino nos haga pasar antes de bailar el GMID brasileiro 😉
