
En los últimos 50 años, el mundo ha perdido, en promedio, el 73 % de sus poblaciones monitoreadas de mamíferos, aves, peces, anfibios y reptiles. Así lo reveló el más reciente Informe Planeta Vivo del WWF, un estudio que analiza el estado de la vida silvestre en el planeta. La cifra, calificada como “catastrófica” por la directora general de WWF Internacional, evidencia el ritmo acelerado al que están desapareciendo miles de especies vertebradas.
El análisis se basó en el seguimiento de más de 35,000 poblaciones de más de 5,000 especies diferentes, entre 1970 y 2020. Si bien este promedio global ya es alarmante, hay regiones donde el impacto ha sido aún más devastador. América Latina y el Caribe encabezan la lista con una disminución promedio del 95 % en sus poblaciones de fauna silvestre. África le sigue con una caída del 76 %, Asia y el Pacífico con un 60 %, mientras que en Norteamérica la reducción fue del 39 % y en Europa y Asia Central del 35 %.

Cuando se analizan los hábitats, las especies de agua dulce son las más afectadas, con una disminución del 85 %. Las especies terrestres y marinas tampoco escapan de esta crisis, con reducciones del 69 % y 56 %, respectivamente.
Las causas son múltiples. Desde la caza ilegal, como ocurre con el elefante de bosque africano en países como Gabón y Camerún, hasta la pérdida de hábitat, la sobreexplotación y los impactos crecientes del cambio climático, que se entrelazan directamente con la desaparición de la biodiversidad.



Este informe no solo alerta sobre un problema ambiental. Muestra una crisis silenciosa que afecta el equilibrio de los ecosistemas de los que también dependemos los humanos. El tiempo para actuar no es mañana, es ahora o nunca.