Un grupo de científicos brasileños del Instituto D’Or de Investigación y Educación descubrió que el LSD, más allá de sus efectos psicoactivos, puede alargar la vida de un pequeño organismo modelo: el gusano Caenorhabditis elegans. En su estudio, publicado como preprint en junio de 2025, observaron que el fármaco incrementó la esperanza de vida de estos gusanos en aproximadamente un 25 %, además de retrasar señales de envejecimiento celular, como la acumulación de lipofuscina. Se trata de un hallazgo inesperado que sitúa al LSD dentro del debate sobre compuestos capaces de influir en la longevidad.
El trabajo también mostró que los gusanos tratados con LSD experimentaron cambios similares a los que se producen bajo restricción calórica, una de las estrategias más investigadas para extender la vida. Entre esos efectos se registró una disminución en la reproducción, reducción de reservas lipídicas y menor síntesis de proteínas. Asimismo, el estudio señaló la activación de un factor de transcripción clave en la regulación de la longevidad y la posible inhibición de la vía TOR, un mecanismo celular directamente relacionado con el envejecimiento.
Este descubrimiento, aunque limitado al estudio en gusanos, ofrece un panorama alentador para la investigación científica. Revela cómo compuestos inesperados, como el LSD, pueden abrir nuevas rutas en el entendimiento del envejecimiento y la longevidad. Más que una simple curiosidad, el hallazgo invita a explorar con optimismo nuevas posibilidades en la biología y la medicina, ampliando el horizonte de lo que podría lograrse en el futuro para mejorar la calidad y duración de la vida.
