La Organización Mundial de la Salud confirmó un nuevo caso del virus de Marburgo en Etiopía, una enfermedad rara pero grave que ha causado varias muertes en el país. El virus pertenece a la misma familia que el Ébola y puede alcanzar altas tasas de letalidad si no se trata a tiempo. Según la OMS, el contagio suele iniciar tras la exposición prolongada a cuevas o minas donde habitan murciélagos frugívoros, y una vez en humanos se transmite por contacto directo con fluidos corporales o superficies contaminadas. Los síntomas aparecen entre dos y 21 días después de la exposición e incluyen fiebre alta, dolor intenso, diarrea, vómitos y, en fases más avanzadas, hemorragias.
Aunque no existen vacunas ni tratamientos antivirales aprobados, la atención temprana, como hidratación y manejo de síntomas, mejora significativamente el pronóstico. El brote en Etiopía mantiene a las autoridades sanitarias en alerta: de los 12 casos confirmados, ocho han fallecido, por lo que la OMS insiste en reforzar la vigilancia, el rastreo de contactos y las medidas de control en zonas de riesgo. La prioridad, recalcan, es identificar a tiempo posibles contagios para evitar una expansión mayor.
